Un Rei de rostro serio y concentrado se prepara en su castillo para partir a la guerra.
Pero antes, él pone a su Reina bien-amada un cinturón de castidad y pide a su caballero más leal y digno de confianza de conservar la llave hasta su regreso.
"Aquí teneis la llave del honor de mi Reina. Si yo cayera en combate, os encomiendo a vos de liberarla, entonces podrá casarse de nuevo".
El Rey y parte de su armada montan a caballo y toman la ruta hacia el combate.
En lo alto de la colina, se detiene sorprendido porque oye una voz lejana que lo llama. Retoma el camino dirección al castillo y ve su fiel caballero en plena carrera que grita:
"Mi Señor, mi Señor, esperad ! ... Me habéis dado la llave equivocada !!.
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