lunes, 29 de abril de 2013

"EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS"


Una de las citas míticas que ha transcendido a lo largo de la historia y que hemos oído repetidas veces es " El fin justifica los medios ", frase que se atribuyó a un personaje cuya filosofía se identificaba con ella, hablamos de  Nicolás Maquiavelo. Pero no todo el mundo  sabe que él jamás la escribió.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527), político y escritor florentino, es una de las figuras cumbre del Renacimiento italiano y uno de los grandes teóricos de la ciencia política que defendió con su obra (El Príncipe o La Mandrágora, entre otras) la manera más amoral y déspota de hacer política. Es un personaje que ha pasado a la historia como compendio del cinismo, oportunismo y falta de escrúpulos.
También se ha relacionado esta cita con Napoleón, quien dicen que la pronunció tras leer la obra de Maquiavelo "El Príncipe".
Lo cierto es que esta frase surgió de un manual de ética escrito en latín en 1645 por un teólogo alemán, Hermann Busenbaum, que lleva por título "MEDULLA THEOLOGIAE MORALIS". La famosa cita original dice así:


Cum finis est licitus, etiam media sunt licita
(Cuando el fin es lícito, también lo son los medios)


A pesar de ello, Nicolás Maquiavelo nos ha dejado otras frases célebres muy representativas de su pensamiento como: 
"La crueldad está bien usada cuando se la emplea una sola vez por la necesidad de afianzar el poder y después no se repite" (El Príncipe).

viernes, 12 de abril de 2013

LA EXPRESIÓN "TENER EL BAILE DE SAN VITO"

Cuando alguien es muy nervioso, inquieto, no para ni un segundo, decimos que parece tener "El baile de San Vito". Ésta es una expresión que hace referencia a la enfermedad también llamada danzamanía, o más científicamente hablando, Corea de Sydenham, que causó mucho revuelo en la Edad Media.
La enfermedad de "El baile de San Vito" provocaba movimientos bruscos y espasmódicos, gritos y risas histéricas, todo un cuadro que bien podía parecer a las gentes medievales que los afectados estaban poseídos por los mismos demonios. Justamente por esto, los pobres enfermos terminaban quemados en la hoguera; esta terrible enfermedad era altamente contagiosa en grandes concentraciones de personas y fue terriblemente expandida en la Edad Media.


Cuando un episodio así se desataba, las gentes se encomendaban a San Vito, a quien por aquel entonces tenían mucha devoción como auxiliador y sanador de enfermedades raras.


San Vito fue un mártir que sufrió terribles convulsiones causadas por las torturas a las que fue sometido en Lucania (Italia) donde finalmente murió en el año 303.

Afortunadamente, esta enfermedad sólo afecta en la actualidad un millón de personas en todo el mundo, nada comparable con la enorme difusión que tuvo en la Edad Media.